Es 
                para nosotros motivo de gran alegría llegar a ustedes con este 
                tema tan apasionante y a su vez desafiante. ¡Cómo no acercarnos 
                con alegría si lo que estamos haciendo es desarrollar las potencialidades 
                de nuestros hijos!
               
                ¿Qué le 
                pasa a este chico?
                ¿Es inteligente o no es inteligente?
               
                Quién no se ha hecho alguna vez estas preguntas. Hasta ahora suponíamos 
                que la cognición humana era unitaria y que era posible describir 
                en forma adecuada a las personas como poseedoras de una única 
                y cuantificable inteligencia. Pues la buena noticia es que en 
                realidad tenemos por lo menos ocho inteligencias diferentes.
               
                Se ha descubierto recientemente que la mente humana es más flexible 
                y capaz de lo que hasta ahora se pensaba: incluso, creen que, 
                a cualquier edad el cerebro crece cada vez que se aprenden cosas 
                nuevas. Howard Gardner, norteamericano, co-director junto a David 
                Perkins del prestigioso Project Zero del Harvard Graduate School 
                of Education, es conocido en el ambiente de la educación por su 
                Teoría de las Múltiples Inteligencias. Gardner, sugiere que todos 
                poseemos estas inteligencias y que la combinación del desarrollo 
                de cada una es tan única como una huella digital.
               
                Se cuenta que cuando Albert Einstein tenía cuatro años su padre 
                le mostró una brújula magnética. Ya en la adultez, el autor de 
                la Teoría de la Relatividad, recordaba ese hecho como el motivador 
                de su deseo imparable de desentrañar los misterios del universo.
               
                Pues este taller es una invitación a descubrir las inteligencias 
                de nuestros hijos, para ayudarlos a desarrollar las diferentes 
                inteligencias de las que nos habla Gardner; ya que todos podemos 
                desarrollar en mayor medida cada una de ellas, tanto en las situaciones 
                de aprendizaje formal, como no formal.
               
                Por todo esto, estimados padres y abuelos, compartamos una nueva 
                experiencia, no buscando recetas mágicas que nos permitan transformar 
                las acciones de nuestros hijos o nietos de la noche a la mañana, 
                sino con la mente abierta para lograr que ellos se involucren 
                en el desarrollo y aprendizaje continuo que los ayudará a ser 
                exitosos. 
                
              