En
el contexto de la educación actual nos encontramos inmersos en
el crecimiento de las nuevas tecnologías y en especial de la informática,
abriendo nuevas puertas y dando lugar a una reformulación de nuestra
tarea como docentes en todos los niveles.
Las
nuevas tecnologías de la información y de la comunicación avanzan
a pasos agigantados e impactan en forma sensible en todo el quehacer
del hombre contemporáneo y sus entornos sociales, en especial
en la escuela. Exigiéndonos de esta manera adaptarnos al cambio
y tomar una actitud activa y positiva a la hora de transformar
nuestra tarea en el aula.
Los
docentes, implicados en el proceso escolar, junto a la comunidad
educativa, debemos sentirnos actores y no espectadores de estos
profundos cambios. Es necesario ponerse en movimiento y disponerse
a pensar los usos pedagógicos que se les dará a estas nuevas tecnologías,
ya que nos permiten organizar nuevos enfoques en los procesos
de enseñanza y aprendizaje.
En
síntesis, nos animamos a afirmar que la aplicación de las actuales
tecnologías en los procesos de enseñanza y aprendizaje, promueven
cambios en las estructuras pedagógicas tradicionales y determinan
nuevos roles a asumir, tanto por los docentes como por los alumnos
y los encargados de la gestión administrativa.
Uno
de los aspectos fundamentales en la reforma educativa lo constituye
la utilización de las tecnologías y en especial de la informática.
En el nivel inicial, la implementación de la computadora está
estrechamente ligada a los contenidos curriculares, completando
y enriqueciendo la actividad de la sala. Ofreciendo, a su vez,
un recurso más, que abre nuevas puertas para acceder al conocimiento
y permitiendo al niño poner en juego otros procesos de pensamiento,
que lo ayudan en la construcción de sus aprendizajes.
De
esta manera apuntamos a que los docentes reflexionen sobre la
incorporación de la informática a la actividad de la sala, sus
posibilidades, ventajas y desventajas y puedan construir en su
práctica una propuesta integradora de este recurso.